El papel del papel

El artista Elías es capaz de sorprendernos con grandes cuadros, de estilo que en la crítica artística suelen llamar expresionismo abstracto lírico, como sucedió en octubre de 2019 en el Museo Evaristo Valle, aunque sus obras no son abstractas del todo, ya que el punto de partida de Elías es siempre las sensaciones visuales reales, base del peso específico de su lenguaje artístico. Elías, a su vez, se mueve como pez en el agua en el mundo de las artes gráficas. Le respalda su dilatada carrera como diseñador gráfico y sus también largas experiencias de impartir cursos de grabado en la ciudad de los canales, donde pasa todos los años tres o cuatro meses como un veneciano más, sumergido en el ambiente de las personas sensibles –artistas y poetas– humanistas otrora. Precisamente por esta segunda faceta es un artista extremadamente conocedor de los comportamientos del soporte, el papel. Su fascinación por el papel y su absoluto dominio lo pudimos comprobar en 2011 en dos exposiciones tituladas casi de igual manera, Obra sobre papel en la galería aLfaRa. Allí trajo, además, varias veces a los artistas grabadores del taller veneciano Atelier Aperto, como en enero de este año o también en noviembre de 2018. El papel es una trama al azar de largas fibras vegetales, y las posibilidades que el papel ofrece es lo que busca Elías: es decir el Papel del papel, título de la exposición. Este soporte, generoso, que atrapa los pigmentos y formas es delicado, hay que conocerlo bien para sacarle el máximo provecho. Elías hace suya la implicación del papel como materia pictórica. Con una actitud asentada en la praxis y en la teoría, Elías no para de volver a retomar la cuestión, una y otra vez, como hace en la presente exposición en la Universidad de Oviedo.

Las obras que expone esta vez son de técnica mixta, no gráficas, y más bien de pequeños formatos, en las que el artista penetra con toda profundidad, haciendo inmensas o infinitas sus dimensiones. Igual que sus obras de grandes tamaños, distintas sensaciones visuales, a base de maravillosas combinaciones cromáticas, se superponen en bandas, se funden y se expanden delante de nuestros ojos. Está fuera de lugar preguntar qué representan. Su arte está por encima de ello. Quienes puedan compartir esas delicadas vivencias visuales disfrutarán de sus obras. A través de su meditado proceso de abstraer lo que quiere abstraer, lo individual se desvanece y se acerca a lo esencial y lo cósmico..., pues algo de zen hay en Elías, hombre pausado y sereno, con unos ojos que brillan ante pequeñas cosas.

Yayoi Kawamura

Profesora de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo