El Campus de Excelencia Internacional organiza este ciclo, que abordará también la necesidad de reformas en los ámbitos laboral y universitario.
El catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Oviedo, Manuel Menéndez, ha sido el encargado de abrir las Jornadas "Las reformas pendientes en España", con una conferencia sobre el sistema financiero español. El también presidente de Cajastur, así como del banco resultante de la fusión de esa entidad con Caja Extremadura y Caja Cantabria -Liberbank-, ha confesado en primer término que esperaba haber llegado a la cita con noticias más optimistas. Según Menéndez, el sector bancario enfrentará en breve un importante ajuste de empleo y oficinas.
La conferencia de Menéndez se encuadra dentro de las Jornadas "Las reformas pendientes en España": una inciativa del CEI de la Universidad de Oviedo, acogida por la Facultad de Economía y Empresa. La vicerrectora de Campus de Excelencia Internacional, Paz Suárez Rendueles, destacó la patente actualidad de los temas a abordar en las Jornadas (reformas del sector financiero, del mercado de trabajo y de la Universidad). El decano de la Facultad anfitriona del ciclo, Manuel González Díaz, glosó el perfil de Manuel Menéndez y destacó ante la audiencia que llenaba el Aula Magna del centro la oportunidad de escuchar a un ponente de tanta relevancia respecto al tema a tratar.
Manuel Menéndez dividió su intervención en cuatro bloques. En el primero, describió la situación antecedente a la crisis económica, con un fuerte crecimiento del crédito entre los años 2000 y 2008, que coincidió hasta 2006 con unos tipos de interés "demasido bajos" y que se concentró en el sector inmobiliario, sin mejorar la productividad y endeudando a las familias. Al mismo tiempo, el sector bancario incurrió, según Menéndez, en un "exceso de capacidad".
El presidente de Cajastur habló luego de los diferentes detonantes de la crisis: sus episodios internacionales y la posterior llegada a España, con el pinchazo de la "burbuja inmobiliaria". Se detuvo luego en "el problema del interbancario": ante las grandes incertidumbres del periodo de crisis, los bancos han preferido depositar su liquidez en el BCE y no se prestan dinero entre ellos. El BCE sustituye así a los mercados con mecanismos de liquidez a corto plazo, pero con grandes ineficiencias en el proceso de fijación de precios.
Pasó luego a describir las diferentes medidas con las que la situación se ha encarado en España desde los poderes públicos: medidas para reforzar la solvencia de las entidades financieras, para forzar un proceso de consolidación y para tranquilizar a los mercados. Entre ellas, las que obligaron a las cajas de ahorro a fusionarse y desvincular más su gestión de la representación política.
En la actualidad, de todos modos, el sector bancario en España sigue sobredimensionado y afectado por el peso del stock inmobiliario en sus balances. A todo ello se ha unido el vendaval de la crisis de deuda soberana, un factor de inestabilidad internacional también de urgente resolución. Por todo ello, Menéndez pronostica un futuro inmediato difícil para el sector financiero, que pasará en su opinión por una reducción de oficinas y plantillas.
El ciclo continuará el próximo 12 de diciembre con una mesa redonda dedicada a la reforma del mercado de trabajo.